(GANSOS, RESONANCIAS, LOS LENTES DE BARUCH)
Publicado el septiembre 11, 2014 por pdecubas
Los versos de Austria-Hungría (1980), el primer poemario de Néstor Perlongher (Buenos Aires, 1949 – Sao Paulo, 1992), se manifiestan en una escritura que pone en entredicho los límites genéricos clásicos. Igual que su “maestro” Osvaldo Lamborghini, Perlongher convierte al poema en un campo de batalla donde lo lírico y lo dramático, incluso lo ensayístico y lo narrativo, se yuxtaponen, enrocan, pugnan, confluyen en el mismo espacio-tiempo de resonancias vericueteras, barrosas, neobarrocas. A saber, tensiones que derivan en distensiones, chisporroteos, pliegues y repliegues, chorreos de iluminaciones y de oscuridades que todo lo barroquizan. Energías cruzadas que van entretejiendo la textura del poema.
La operatoria neobarroca funciona en estos poemas a partir del enfrentamiento entre dos de sus sostenes genérico-compositivos: la tensión dramática y la tensión lírica. Veamos un ejemplo donde en un mismo poema confluyen ambas tensiones, y donde hay guiños y subversivos diálogos intertextuales con Lezama Lima, Severo Sarduy y Osvaldo Lamborghini, es decir, con la tradición neobarroca en la que Perlongher se reconoce (se inventa), y de la que fue uno de sus principales teóricos. Podríamos decir que el siguiente poema es una erótica “cantidad hechizada”, una “pierna cortada” hasta el hueso (como la de El Fiord de Lamborghini) que provoca un doloroso placer poético:
Quiero pues? deseo, pues? después?
huyo de la madre de Lezama Lima? la hago pedazos?
rajo la chata de bronce de cerámica
de la madre nocturna como una polución Mamá,
tuve una polución en la que aparecías
abriéndome los cofres y diciendo:
Pues vé y búscale búscale vé no ves acaso lo que
buscas? buscas acaso lo que ves? esa herida
ese acto de herir ese empalagamiento
Debo chupar? mamar? de ese otro seno herido
desangrado con pierna cortada con la daga
en la nalga ah, caminar así, rauda cual ráfaga
montañas de basuras mágicas y luminosas
ser lúcida? ahora, hoy?
tumbada cual yegua borracha cual chancha echada
cual vaca animal animal
No me hagas caso, Morenito: ve y dile la verdad a tus padres.
Las mencionadas tensiones de géneros literarios son perceptibles en la arquitectura o nivel compositivo-estructural del libro, el cual de divide en dos partes o polos que se retroalimentan: “Llegan los soldados”, se titula el primero; y “Porque seremos tan hermosas”, el segundo. Ambos muestran esas resistencias y pugnas distendidas que van narrando los riesgos formales y la violencia ideológico-estética del libro. «Violencia» ideológica que necesita de la energía poética para estar; «violencia» estética que se basta a sí misma para ser, porque es parte visceral de esa energía de lo poético: «En esta encantadora soledad /—oh claro, estabas sola!— /en esta enhiesta, insoportable inercia».
Por otro lado, en el fragmento del poema arriba citado, observamos cómo Perlongher juega (más bien rompe) con la disposición versal. Incluso, podríamos decir que en vez de versos, el poema perlongheriano está hecho a base de cortocircuitos versales, de segmentos sintácticos que jamás se llegan a constituir en lo que tradicionalmente es entendido como versos, pero tampoco llegan a alcanzar el estatuto narrativo, aunque sí prosaico por momentos, de un prosaísmo desprendido de la oralidad que atraviesa a estos poemas. Quizás, en vez de distribución de versos, en el poema perlongheriano debamos hablar de disposición fraseológica-versal. También, la utilización de los signos de puntuación y de interrogación es de una muy bien pensada anarquía absoluta. De eso se trata: una anarquía y desorden controlados. El poema perlongheriano se sostiene, desde el punto de vista versal, en una constante suspensión, inacabamiento, quiebre, travestismo, deseada imposibilidad de constituirse en una forma única, definida.
[Pablo De Cuba Soria]
Categoria: UncategorizedEtiquetas: Austria-Hungría, Géneros literarios, Néstor Perlongher, Neobarroco, Poesía latinoamericana
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